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HISTORIA DE CHARO.

 Charo es fea. No una fea de concurso de feos ni de peli de terror, pero es poco agraciada. Charo podría arreglarse un poco pero prefiere convertir su fealdad en una bandera contra las guapas a las que odia -esas fascistas-, teñirse el pelo de morado y vestir con ropa perroflautesca sin importarle que, a su edad, esa ropa parezca un disfraz.  Charo está gorda. No es que sea una gorda de barraca de feria ni de concurso de comedores de hamburguesas en Wisconsin, pero le sobran unas arrobas. Charo podría cuidar su dieta y hacer algo de ejercicio, pero prefiere sentirse víctima de la gordofobia, odiar a la gente que está en forma - esos fascistas- y acudir a manifestaciones de otras obesas resentidas y empoderadas. Charo es funcionaria. No un alto cargo de los de mariscada, coche oficial y mordidas, pero tiene la tranquilidad de que no le va a faltar el curro. Por eso odia a los españoles - esos fascistas- que se quejan de la precarización del trabajo que ha traído la invasión mig...
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POLLOS, POLÍTICOS, CERDOS Y ESPAÑOLITOS DOMESTICADOS.

 Uno de las cada vez menos disimulados objetivos de las agendas globalistas es la destrucción de nuestro sector primario. Una nación que controle su agricultura, su pesca y su ganadería es más difícil de someter a los designios de la oligarquía financiera. Es mucho mejor para los intereses de los diversos sanedrines y logias del capitalismo anglosionista una nación endeudada, sin industria y con su sector alimentario en manos de grandes oligopolios. No es casual que las disparatadas leyes de "bienestar animal" y demás monsergas estén condenando a nuestro sector ganadero a la desaparición. El inasumible coste de las delirantes trabas burocráticas y fiscales impuestas por la UE a nuestra ganadería, conlleva que se inunde nuestro mercado de productos-basura procedentes de Marruecos, de "Israel" o de las Chimbambas. No es casual que la cada vez más sumisa ralea periodística difunda las reglamentarias campañas de terrorismo informativo (virus del mono, gripe aviar, peste...

CINCUENTA AÑOS DE HUMO

 Los publicistas del perrosanchismo han perpetrado una cuña publicitaria para conmemorar "los cincuenta años de libertad" lo que, en la jerga de los palmeros y beneficiarios del Régimen del 78, hace referencia al cincuenta aniversario del fallecimiento, en una cama de la Seguridad Social, del octogenario Generalísimo Franco. El anuncio - financiado con el dinero de todos - enumera una serie de "logros" del actual Régimen constitucional. Lo revelador y significativo es que en la lista de esos presuntos avances no se hace referencia en ningún momento a mejoras en la calidad de vida de los españoles, a la estabilidad laboral o al poder adquisitivo de los trabajadores. A lo mejor es para evitar enojosas comparaciones con un sistema político en el que una familia española, con un solo sueldo, podía vivir dignamente, dar estudios a sus hijos y comprarse un coche. A los autores del anuncio no les ha parecido apropiado recordar una España en la que los niveles de delincuenc...

LA MOVILIZACIÓN INSTINTIVA

 Tan necesaria como la lucha cultural es la presencia combativa en la calle. Sólo hay que ver la saña con la que se reprime a los patriotas para saber lo que asusta realmente a la casta parásita del Régimen del 78. La histérica reacción de la progrez mediática ante la valentía de los falangistas que el 12-O repelieron en Vitoria la agresión proetarra o la desmedida brutalidad con la que la Policía gubernamental reprimió el otro día una manifestación de Núcleo Nacional, ponen de manifiesto el nerviosismo institucional cada vez que la juventud inconforme española sale a la calle. La casta parásita se inquieta al comprobar el creciente desencanto de una juventud que ya no comulga con las rancias ruedas de molino del putrefacto Régimen constitucional. Todas las rehalas mediáticas de las distintas telebasuras ladran contra los jóvenes "de extrema derecha". Y eso es buena señal. Las furcias mediáticas olisquean aires de rebelión y eso las pone histéricas. La obscena corrupción del ...

LO PEOR

 Lo peor no es que España esté regida por ladrones, por ineptos y por traidores. Tampoco es lo peor que la invasión migratoria nos haya convertido en la cloaca del Tercer Mundo. O que una casta parásita haya vendido nuestra soberanía a entes multinacionales. Ni que nuestro Ejército reciba órdenes de Washington, que el Jefe del Estado sea un bufón patético al servicio de las Agendas globalistas o que nuestros impuestos sirvan para subvencionar a nuestros enemigos y para atraer más invasores. Lo peor no es que los jóvenes españoles no puedan acceder a una vivienda o a un trabajo dignos. O que las muchachas españolas estén siendo violadas por moros o por sudamericanos sin que las generosamente subvencionadas feministas digan ni ¡oink! Eso no es lo peor. Lo peor es la resignación borreguil (los progres lo llaman resiliencia) de un pueblo lobotomizado por las televisiones y anestesiado por la pereza mental. Lo peor es la estupidez convertida en ejemplo social, la degeneración convertid...

EL DÍA QUE SE ALZÓ LA BANDERA

 El 29 de Octubre de 1933, once años y un día después de que Mussolini marchara sobre Roma para demostrar que el marxismo y el liberalismo podían -y debían - ser superados, en España José Antonio - entonces solamente el brillante hijo de D. Miguel Primo de Rivera, el Dictador-, daba un mitin en el Teatro de la Comedia. El acto fue anunciado como "de afirmación españolista" y todo el mundo pensó- la mayoría de los asistentes incluidos- que se trataba simplemente de una proclama derechista más frente al rumbo marxistoide, masónico y siniestro que estaba tomando el flamante régimen republicano. En esa creencia, la derecha -monárquica, caciquil, meapilas, adocenada, temerosa de perder su tranquilidad mediocre - apoyó la difusión del acto en sus periódicos y panfletos. Incluso se le dio difusión radiofónica. Pero había un halo de extrañeza y novedad en el ambiente. No se sabía muy bien si era por la juventud y el incipiente carisma del hijo de D. Miguel. O por la enconada campaña...

EL ÚLTIMO GUARDIA CIVIL HONORABLE

 En febrero de 1981 vimos por la tele una imagen que marcó la adolescencia de muchos de nosotros y que nos regaló una nota de sano pero fugaz pitorreo: La patulea parlamentaria escondiéndose como ratas bajo los escaños de ese Patio de Monipodio llamado Congreso de los Diputados. Frente a ellos, la figura firme y serena de un Teniente Coronel de la Guardia Civil. Con su bigote, su tricornio y sus imperturbables cojones, su aire castrense contrastaba con el poco trapío y las querencias de manso del ganado que allí pastaba. En aquella época, la Guardia Civil no era ese cuerpo de esbirros gubernamentales políticamente correctísimos en que se convirtió después. Estaban lejos los tiempos en que veríamos a los picoletos apaleando agricultores, arrancando brutalmente banderas nacionales de las manos de ancianas y de niños en el Valle de los Caídos o repartiendo bocadillos y cocacolas a los inmigrantes ilegales. En esos años, los terroristas etarras -ahora socios del perrosanchismo- asesin...