Creíamos que el futuro iban a ser coches voladores, la gorra de béisbol con colorines de Marty McFly, chicas vestidas con ceñidos monos luminiscentes y bonachones robots con caras simpáticas. Pero el futuro que nos esperaba eran confinamientos obligatorios, falaces alarmismos climáticos, zombies idiotas con bozal y eutanásicas vacunas asesinas. Creíamos que el futuro iban a ser chicas guapas, de piernas largas y escotes generosos y elegantes. Pero el futuro que nos esperaba eran gordas malolientes con burka o con pelo morado y sobacos sin depilar. La charocracia. Creíamos que el futuro iban a ser ciudades limpias y monorraíles supersónicos. Pero el futuro que nos esperaba eran peligrosos barrios africanos o andinos trasplantados a las ciudades europeas. Junglas de delincuencia, tercermundismo y suciedad. Creíamos que el futuro iba a ser una España más industrializada todavía, más pantanos, más autopistas, más cultura. Pero el futuro que nos esperaba era una monarquía bananera, co...
Bitácora de respaldo del Blog de Teletype LA TRINCHERA DISIDENTE. Textos de J.L. Antonaya.